Cuando llegué a el deseo de dejar de
consumir había identificado mi problema: tenía el deseo de dejar de
consumir, pero no sabía cómo. Debido a la naturaleza de la adicción
toda mi personalidad estaba centrada en obtener drogas, consumirlas y
cómo encontrar la forma de conseguir más. Todos los rasgos de mi
personalidad reforzaban esta obsesión conmigo mismo. Era tan
egocéntrico, que intentaba gobernar mi vida manipulando a la gente y
las circunstancias en mi provecho. Había perdido todo control. A
pesar de que sabía que me estaba autodestruyendo, la obsesión me
forzaba a consumir drogas repetidamente en contra de mi voluntad y de
mi instinto básico de supervivencia. Enajenado y completamente
desesperado, dejé de luchar y acepté que era un adicto, que mi vida
era completamente ingobernable y que no tenía ningún control sobre
la enfermedad. Mi fuerza de voluntad no podía cambiar mi cuerpo
enfermo que ansiaba compulsivamente consumir drogas. Mi autocontrol
no podía cambiar mi mente enferma, obsesionada con la idea de
consumir sustancias que alteraran mi estado de ánimo, para así
eludir la realidad. Ni siquiera mis más altos ideales podían
transformar mi espíritu enfermo, astuto, insidioso y completamente
egocéntrico. Tan pronto como pude aceptar la realidad de mi
impotencia, ya no necesité consumir drogas. Esta aceptación de mi
condición (mi impotencia ante la adicción y la ingobernabilidad de
mi vida) fue la clave de mi recuperación. Con la ayuda de los
adictos y adictas en recuperación que se incorporan al blog el deseo
de dejar de consumir, me mantengo abstinente de minuto en minuto, de
hora en hora, de día en día.
Todavía quería drogarme. No podía
concebir la vida sin drogas. Al dejar de luchar me sentí todavía
más impotente que antes, y para hacer frente a la situación, mi
mente me decía que debía volver a consumir. La aceptación de mi
impotencia y la ingobernabilidad de mi vida me dejaron con la
necesidad de encontrar una fuerza más poderosa que mi enfermedad
para poder cambiar mi naturaleza autodestructiva. La gente que
conocia en el deseo de dejar de consumir me dijo que había
encontrado un poder más grande que su adicción. Estas personas se
mantenían limpias durante meses y años, incluso ya no querían
consumir. Me contaron que podía perder el deseo de tomar drogas
viviendo a la manera del deseo de dejar de consumir. No tuve más
opción que creerles. Había probado médicos, psiquiatras,
hospitales, manicomios, cambios de trabajo, matrimonios, divorcios y
todo había fracasado. Parecía inútil, pero en el deseo de dejar de
consumir vi una esperanza. Encontré adictos recuperándose de su
enfermedad. Llegué a creer que podía aprender a vivir sin drogas.
En el deseo de dejar de consumir encontré la fe que necesitaba para
empezar a cambiar.
A esta altura ya había parado de consumir, pero
aún no creía que pudiera seguir abstinente. Todavía pensaba y
sentía como un adicto, sólo que no consumía. Mi personalidad y
carácter eran los mismos de siempre. Todo en mí reforzaba mi
autodestrucción. Necesitaba cambiar o empezaría a consumir otra
vez. Había aceptado mi condición y suponía que podía recuperarme.
Para poder hacerlo, tuve que comprometerme del todo con los
principios del deseo de dejar de consumir.
Con la ayuda de mis
compañeras y compañeros decidí poner mi vida y mi voluntad al
cuidado de un poder superior a mí, suena espiritual, y es así, mas
no es religioso. Para mí, ese fue un paso decisivo. Esta decisión
exige aceptación continua, una fe que vaya aumentando y un
compromiso diario con el proceso de recuperación. La decisión de
poner mi vida al cuidado de ese poder superior exigía que tomase
mayor conciencia de mí mismo y que intentase activamente cambiar mi
forma de enfrentarmea la realidad. Este compromiso introdujo la
honestidad en mi vida. Así es cómo funciona para mí la metodológia
de el deseo de dejar de consumir: acepto mi enfermedad, tengo fe en
que con la ayuda de ustedes pueda cambiarme y me comprometo a seguir
los principios espirituales de recuperación.
A partir de ahora, es
esencial tomar medidas. Si no cambio, me sentiré desdichado y
volveré a consumir drogas. Las medidas sugeridas por el deseo de
dejar de consumir pueden cambiar mi personalidad y carácter. Me
examino a mí mismo honestamente, escribo lo que he hecho y cómo me
sentía. Me muestro totalmente a mi poder superior, tal como yo lo
concibo, y a otro ser humano, explicando mis miedos más escondidos,
enfados y resentimientos. Al hacerlo, el pasado ya no controla mi
vida y hoy tengo la libertad de vivir de acuerdo con mis ideales.
Empiezo a comportarme de forma diferente y a estar preparado para
que ese poder universal, tal como yo lo concibo, me convierta en la
clase de persona que él quiere que yo sea.
He empezado a desarrollar
una imagen razonable de mí mismo, basada en la realidad, al pedir
que pueda librarme de mis defectos.
He aprendido cómo perdonar a los
demás y a mí mismo, enmendando el daño que he causado a otras
personas.
Reviso mi comportamiento con regularidad y corrijo mis
errores lo más pronto posible. Continuamente desarrollo y aumento mi
confianza y fe en principios espirituales. Aporto cosas a los demás,
compartiendo mi experiencia y nuestra manera de vivir, e intento
vivir los principios que he aprendido.
Estos compartires en el deseo
de dejar de consumir me han permitido dejar las drogas, quitándome
el deseo de consumir, y me han dado un nuevo modo de vivir, y si sigo
este camino no tengo nada que temer.
Comparte con nosotros:
Comparte con nosotros:
- ¿He estado en contacto con la realidad
de mi enfermedad, sin importar cuanto tiempo he estado libre de la
adicción activa?
¿He notado que, ahora que no tengo que
encubrir mi adicción, yo no necesito mentir como lo hacia? ¿Aprecio
la libertad que esto implica? ¿De que modos he empezado a ser
honesto en mi recuperación?
- ¿Que he escuchado yo en recuperación
que tenga problemas en creer? ¿Le he pedido a la persona a quien se
lo oí decir, que me lo explique?
- ¿De que maneras estoy yo practicando
la apertura mental?
- ¿Tengo buena voluntad para seguir las
directivas de mis compañeras y compañeros del blog?
- ¿Tengo buena voluntad para compartiren
el blog diariamente?
- ¿Tengo buena voluntad para dar a la
recuperación mi mejor esfuerzo? ¿De que manera?
- ¿Creo que soy un monstruo que ha
envenenado al mundo entero con mi adicción? ¿Creo que mi adicción
es totalmente sin consecuencias para la más amplia sociedad
alrededor de mí? ¿O algo entre las dos anteriores?
- ¿Tengo un sentido de mi relativa
importancia dentro de mi círculo de familiares y amigos?¿En la
sociedad como un todo? ¿Que es ese sentido?
- ¿Cómo estoy practicando el principio
de humildad en conexión con este trabajo de aceptar mi adicción?
- ¿Me he hecho amigo de las cosas que
tendré que hacer para permanecer limpio?
- ¿Cómo es la aceptación de mi
enfermedad necesaria para mi recuperación continua?